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Cómo conseguir que una oferta por tu casa termine siendo una venta (con garantía de funcionamiento)

Te voy a contar la peor experiencia que puedes tener en mi trabajo.

Pero la peor de verdad.

La peor con diferencia.

Imagínate feliz, en tu sofá, relajado y cómodo. Después de haber negociado el precio de tu casa.

Cuándo por fin, se ha aclarado todo. Has hablado del precio,de las condiciones,  hasta de los tiempos para salida y entrada.

Y queda la parte tranquila, la parte de esperar.

Y en estas entremedias, el comprador desaparezca del mapa.

Si trabajas en este mundo sabes de lo que te hablo.

Si has vendido una casa alguna vez, seguramente también sabes de lo que te hablo.

Llegas a un acuerdo en el precio después de una semana infernal de tiras y aflojas.

Y cuando crees que todo está terminando, de repente ¡Puuff!

El comprador ha desaparecido cuando tenía que soltar el dinero.

Y da igual lo que intentes, se lo ha tragado la tierra.

Voy a contarte una forma de trabajo que he adoptado.

Algo que me he traído en la maleta de mi anterior empresa.

En la maleta mental.

No todo lo que hace la competencia es malo.

Además yo creo en eso de recoger lo bueno y depurar lo malo.

Y este es un procedimiento bueno.

Es un procedimiento que me ayuda a que las ofertas de mis clientes sean firmes.

Pero firmes de verdad. Tanto, que suelen convertirse en ventas.

Y consigue que, en menos de dos semanas por norma general, estemos firmando arras.

Es un compromiso que adquiero con mis propietarios.

Venga, te cuento de que estoy hablando.

Lo primero, todas las ofertas deben hacerse por escrito.

¿Por qué?

Porque la escritura le da solemnidad y formalidad a la oferta.

No quiero malentendidos ni confusiones en este punto de la venta.

Ni yo, ni mis propietarios, que son los que me pagan.

Aquí viene la parte interesante.

Junto con la oferta, el comprador rellena otro documento en el que se compromete a hacer un pequeño depósito del 1% del total del precio la oferta.

Y la oferta no tiene validez hasta que se realiza el ingreso.

Este depósito no se lo doy al dueño de la propiedad.

¿Por qué?

Porque este depósito es una muestra de interés real y un compromiso por parte del comprador.

Y porque este depósito se devuelve siempre.

No quiero dinero que no es mío.

Si la oferta es aceptada, en el momento de la firma del contrato privado de arras, se le devuelve.

Pero si la oferta no es aceptada, el dinero también se devuelve de inmediato al comprador.

Incluso más rápido, porque no hay que esperar a firmar el contrato de arras.

La única situación en la que no se devuelve es si, después de aceptar la oferta, el comprador decide dar marcha atrás.

Es lo que tienen los compromisos.

Este procedimiento no solo da seguridad a los propietarios.

Sino que también hace de filtro para separar a los compradores serios de los que solo quieren perder el tiempo.

Y, créeme, es muy buen filtro.

Hace poco, me encontré con un cliente reacio a seguir el procedimiento.

No entendía eso de hacer un depósito para realizar una oferta.

Era mayor problema ese, que llegar a un acuerdo en el precio.

Después de algunas idas y venidas, el cliente llegó a sugerir firmar el contrato ante notario para su seguridad.

Mi respuesta fue simple y directa.

«Para tu seguridad, estoy yo, la inmobiliaria, que es la que establece el procedimiento.

Si no estás de acuerdo, sin problema.

Continuamos mostrando la propiedad».

Pues resulta que sí estaba interesado de verdad.

Y aunque desconfiado, hizo lo que debía para comprar la casa.

Y la compró.

Y se le devolvió su depósito.

Pero en ese punto esa cantidad es lo de menos.

La alegría va por otros cauces.

Al final, me felicitó por cómo se había desarrollado todo.

Y lo sencillo que lo habíamos hecho.

A veces, los clientes desconfiados pueden generar obstáculos en el proceso de compra.

He visto muchos compañeros hacer cosas raras y tratar de cerrar una operación imposible.

Yo no.

Ni voy a hacer perder ni un segundo de su tiempo a mi cliente.

Un buen procedimiento y adquirir un compromiso pueden ahorrar tiempo y energía.

A la vez que garantiza un trato justo y transparente para todos.

Los procedimientos establecidos no solo brindan seguridad a los propietarios, sino que también aportan claridad y confianza a los compradores.

Así que, si quieres trabajar con alguien que va a ser transparente a lo largo de todo el proceso, te va a dar toda la información por adelantado y va a estar igual de implicado que tú, clic aquí y hablemos.

 

Un slaudo,

Edu.

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